Se denomina ósmosis al paso espontáneo de moléculas de agua de una disolución diluida a una disolución concentrada a través de una membrana semipermeable que permite el paso del agua pero no de las sales disueltas.
Si colocamos a un lado de una membrana semipermeable agua pura y al otro lado una disolución de agua y sacarosa, pasará agua pura hacia el lado con sacarosa para tratar de igualar las concentraciones.




A medida que el agua va pasando al lado de mayor concentración, éste se va diluyendo, y al mismo tiempo va aumentando la presión dentro de él. Llega un momento que la diferencia de concentraciones no es suficiente para seguir arrastrando más agua y el proceso osmótico se detiene. Se denomina presión osmótica a la diferencia de presión hidrostática entre el compartimiento concentrado y el diluido.




Ósmosis Inversa
Aplicando a la solución concentrada una presión superior a la osmótica el proceso se invierte. Este fenómeno se conoce como "ósmosis inversa".






El agua comienza a pasar a través de la membrana desde la disolución concentrada al recipiente con agua pura. Este proceso permite obtener agua con un elevado grado de pureza, puesto que sólo pueden pasar a través de la membrana moléculas de pequeño tamaño (molécula de agua) y no sales o sustancias orgánicas de mayor tamaño.